Tirarlo todo por la borda
Últimamente estoy observando una tendencia que me tiene preocupada y es querer tener éxito rápidamente, sin proceso, sólo con resultado y esto para mi es un error.
Lo siento si eres una de ellas, pero quédate hasta el final del post porque te voy a contar por qué digo lo que estoy diciendo.
Al ver sólo el resultado del trabajo de personas que llevan años y años a pico y pala, y que nos dicen que podemos conseguir lo mismo rápidamente, nos creamos una idea totalmente erronea y poco realista de lo que es tener un negocio exitoso, entendiendo exitoso como ese negocio que queremos para nosotras, una empresa con la que podamos montarnos la vida que nos apetezca.
Esto lo que provoca es un mariposeo en el estómago por el “y sí…” y la consiguiente frustración del “mierda, no lo he conseguido”.
Déjame darte mi punto de vista, porque quizás tu estés ahora en catarsis y te venga bien escucharme o porque quizás te acuerdes de este episodio si algún día te sientes así.
A lo largo de mi trayectoria profesional he acumulado muchos fracasos, esto ya te lo he dicho en otro episodio, te he contado alguno de hecho, pero nunca (al menos no hasta ahora) he decidido tirar la toalla. He apostado por revisar y recalcular ruta o ajustar vela, con medía el otro día mi querida Indira, una alumna del programa Faro. Me encantan las comparaciones marineras, tu ya sabes..
Cuando hacemos lanzamientos o probamos un producto o servicio nuevo y se lo contamos al mundo, hay dos posibilidades: que salga bien o que salga mal.
En la primera, perfecto, lo tienes y has dado con la fórmula que te ha funcionado a ti y en este preciso momento, lo cual no quiere decir que sea una fórmula maestra que te vaya a funcionar siempre o que lo que a ti te funciona le funcione a otra persona.
Esto NO ES ASÍ.

Te voy a contar lo que hago yo, porque sigo fracasando de vez en cuando querida, así es tener una empresa.
Yo me paro y analizo.
Pararse y analizar, esto es clave.
Preguntate ¿qué está pudiendo pasar?.
Quizás has creado algo que tu público no puede o no quiere comprar, por mucho que a ti te guste esa idea.
Quizás no era el mes adecuado de lanzarlo, esto pasa, yo lancé un programa en agosto para emprendedoras que no salió, claro, las emprendedoras estaban en la playa sin pensar en septiembre porque necesitan no pensar más allá del hoy de vez en cuando.
Quizás has querido ir demasiado rápido, si no te conoce nadie, no puedes esperar grandes resultados, no has sido realista con tus objetivos (esto es lo más habitual).
La única manera de dar con la tecla es probar.
No es tirarlo todo por la borda si no quieres. Repito, si no quieres.
No es empezar de cero si no quieres.
No es hacer lo que la gente te diga.
Es parar, recalcular y seguir probando.
Hace un tiempo me he propuesto hablar más de esto, a riesgo de que la gente piense que soy la señorita Rottenmeier y que nadie quiera oir lo que tengo que decir, pero sólo con que a una persona esto le resuene, esto le ayude a ver que el fracaso es inevitable o que al menos es una de tus opciones cuando eres valiente y apuestas por eso en lo que tu crees, yo ya me voy tranquila a dormir.
Y espero de corazón que a ti, que me estás leyendo ahora, te ayude.
Y también tengo días malos. Y lanzamientos que van fatal.
Así que querida, si hoy te ha salido algo mal. Si hoy estás frustrada o ves que tu negocio no tira por donde te gustaría.
Para, recalcula y pide ayuda.
Y voy a decir algo más a riesgo de abrir otro melón indeseado… El mejor día para hacer esto, no fue ayer ni es ahora, es cuando te das cuenta de que necesitas hacerlo.
Y si tú te has dado cuenta ahora y quieres pedir ayuda, yo estoy aquí para ayudarte.
Para despedirme, lo que te quiero decir es que no estás sola en esto.
Que es jodido, sí, qué nos pasa a muchas, también. Y en estos casos sí que ayuda el mal de muchas.
Todas, absolutamente todas las personas que hoy tenemos éxito, tenemos un largo recorrido detrás. Con fracasos y con éxitos. No creas que roma se construyó en un día.
Me despido enviándote mucho amorcito, estes hoy frustrada o estés hoy bien.

Y si quieres que sea yo quién te ayude…
Tan sólo has de apuntarte a esta lista prioritaria y yo misma te avisaré cuando tenga un hueco para trabajar contigo, tanto para las sesiones individuales de CLARIDAD Y FOCO como para mi programa de formación grupal FARO.
Cualquiera de los dos programas te cambia la vida.