Por qué trabajas tanto y tu negocio no crece (y cómo solucionarlo)

Si alguna vez has sentido que te estás dejando la piel en tu negocio, que estás publicando, creando contenido, probando estrategias… y aún así no ves que los resultados lleguen, este artículo es perfecto porque tu y yo vamos a analizar qué puede estar fallando y, sobretodo, qué puedes hacer para salir de este bucle.

La mayoría de las veces no se trata de cuánto hacemos, sino de cómo lo hacemos. Así que, si alguna vez te has preguntado: ¿qué más puedo hacer para que esto despegue de una maldita vez? Estás en el artículo indicado, la idea es que podamos desmenuzar juntas este problema.

Lo primero que quiero que te quede claro clarinete, es que no es cuestión de hacer más, se trata de hacer mejor.

Y pensarás, venga, otra más con lo mismo, frasecitas mr wonderful pero dónde está el progreso, donde están las cosas que pasan.

Si llevas por aquí un tiempo ya sabrás que no soy nada de eso, que yo te aporto realidades como templos, al menos mis realidades y las realidades de no sé ya ni cuantas clientas que han pasado por mis mentorías.

Te traigo evidencia, que yo soy muy de eso, y precisamente porque conozco las realidades voy a empezar contándote algo que a muchas emprendedoras les cuesta acepta (quizás a ti también te pase, ya me dirás…): más trabajo no siempre significa más resultados. 

A veces creemos que la solución a la falta de ventas o de crecimiento es publicar más, responder más mensajes, hacer más lanzamientos… y nos agotamos. 

Cuántas veces has estado creando contenido a las tantas de la mañana, cuando todo el mundo duerme en casa, porque sienes que necesitas más contenido en instagram.

O no sólo eso, te propones cerrar portátil a las 5 de la tarde pero ahí estás, ya son las 7 y sigues cerrando la landing de tu lanzamiento. 

Pues siento decirte que el problema no es la cantidad, es la estrategia. O la falta de ella.

Piénsalo: ¿tienes un plan claro o simplemente improvisas día a día? ¿Sabes por qué haces cada acción en tu negocio o solo estás ‘probando a ver qué pasa’? 

Trabajar duro forma parte de nuestro ADN y costará modificarlo y oye, yo creo que hay que trabajar para obtener resultados, pero trabajar con dirección es mucho mejor. 

Así que en lugar de preguntarte qué más puedo hacer para que mi negocio despegue, pregúntate: Lo que estoy haciendo… ¿lo estoy haciendo bien?

Otra pregunta que me nace preguntarte es la siguiente: 

¿Estás midiendo lo que haces o vas a ciegas?

Aquí viene una verdad incómoda, sorry: si no analizas lo que está funcionando y lo que no, estás tomando decisiones con los ojos cerrados. Es como conducir un coche sin mirar la carretera. No te parece buena idea, ¿verdad?

Por ejemplo, si usas redes sociales, ¿sabes qué tipo de contenido te da más alcance? ¿Qué publicaciones generan más interacción? ¿Sabes de dónde vienen tus clientes? 

En tus servicios ¿sabes cuáles te están reportando más dinero? ¿Has detectado los que te están robando tiempo y energía? ¿Sabes cómo te conoce la gente?

Si no tienes ni idea, es probable que estés dedicando mucho esfuerzo a cosas que realmente no te están acercando a tu meta.

Y no, no necesitas un Excel enorme, de esos que a mi tanto me gustan, ni un Notion perfecto, ni hacer un máster en analítica. 

Es suficiente con que cada cierto tiempo revises qué funcionó mejor y qué no, para que puedas ajustar y mejorar en lugar de seguir haciendo lo mismo sin saber si sirve para algo. 

Y la última pregunta que te quiero hacer…

¿Te estás enfocando en vender o solo en “estar presente”?

Muchos negocios caen en la trampa de la visibilidad. En redes publican, crean contenido, hacen directos… pero nunca hacen una llamada a la acción clara. ¿Y qué pasa? Que la gente consume su contenido, pero nunca compra.

¿Cómo van hacerlo si no saben cómo?

Esto es clave: ¿tienes ofertas claras? ¿Estás diciéndole a tu audiencia cómo pueden trabajar contigo? Porque si solo les das información y no les dices cómo pueden pasar al siguiente nivel contigo, no te van a comprar, por muy bueno que sea tu contenido.

Así que revísalo: ¿estás vendiendo o solo entreteniendo? Porque puedes tener un millón de seguidores y no vender ni un euro, y al revés, puedes tener pocos seguidores y un negocio súper rentable si comunicas bien lo que ofreces.

Puede que estés subestimando el tiempo que lleva ver resultados y esto es importante.

Lo que veo últimamente es que nos creemos que si algo no funciona en un mes, ya no sirve. Y la realidad es que muchos negocios tardan en despegar. Bueno, ¡la mayoría!

Lo sé, cuesta aceptarlo porque vivimos en una era en la que queremos resultados rápidos, o vemos al colega emprendedor facturando 1 millón de euros en un lanzamiento pero no vemos los 10.000€ que han invertido en publi, o el número de horas que ha invertido en crear los ads que ha utilizado. 

La verdad es que los negocios sólidos se construyen con paciencia y consistencia. No se trata de esperar eternamente, pero tampoco de rendirse demasiado pronto. Si estás haciendo un trabajo estratégico y midiendo, dale tiempo. Y lo repito para que lo tengas muy claro: dale tiempo.

Esto forma parte de un proceso y a veces, estás más cerca de lo que crees, pero abandonas justo antes de recoger los frutos. Lo veo todo el rato.

¿Sabes cuanto tarde yo en tener un equipo? 6 meses y fue bastante rápido. Es normal que un negocio invierta de uno a tres años antes de ser un negocio sólido. Es normal y está bien, porque quiere decir que cuando llegues a ese punto, tu negocio tendrá una estructura muy digna, muy efectiva.

Si todo esto te ha resonado, lo primero que quiero decirte es: no te agobies. No significa que estés haciendo todo mal. Las cosas van a su ritmo.