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La red WiFi que merezco

4 de noviembre de 2024

A veces cogemos la red wifi equivocada y la navegación se vuelve imposible. Hoy te vengo a hablar del wifi que sí quiero en mi vida.

Cuando hablo de wifi me refiero a la energía que sí quiero. A esa conexión que no se ve a simple vista pero que te lleva al centro de ti misma y que para mi, es fundamental siempre pero cuando emprendes más todavía.

Emprender te demuestra tantas cosas que como no tengas un wifi 5G de muy buena calidad estás jo**da.

Así que hoy te quiero hablar de cómo conseguir esa conexión que sí queremos en nuestra vida de empresaria, de cómo cuidarla y de como re-conectar si es que lo necesitas en algún momento.

Somos seres humanos con un montón de emociones y sentimientos al día, es prácticamente imposible permanecer en estado lineal, en estado zen absoluto todo el día porque no sólo somos seres emocionales sino que además tenemos inputs externos todo el rato. En la vida, pasan cosas, NOS pasan cosas. Y eso querida amiga, está bien.

Piensa en un equilibrista caminando por su cuerda diminuta y flexible.

Si eres capaz de imaginarlo le verás caminando moviéndose hacia los lados para buscar el equilibrio. Esta imagen nos indica que el equilibrio no es lineal y que se tambalea a veces. Y eso está bien.

Así que si eres una persona humana del montoncito, como yo, serás una persona que se tambalea entre las emociones y que necesita el movimiento a veces para buscar el equilibrio, ese 5G del que te hablo.

Te voy a contar cómo hago yo para conseguir esa conexión de alta calidad en mi vida como CEO de mis dos empresas y cómo la cuido.

En primer lugar, reviso mi agenda y sé lo que vendrá. Esto lo hago cada domingo por la noche y cada día por la mañana, no sólo porque a mi me ayuda a estar tranquila la vista de halcón, saber qué cosas importantes tengo esta semana y qué cosas van a pasar seguro, sino porque me permite reajustar si lo necesito. Mi agenda está aireada, además, y creo que eso es la clave absoluta de mi tranquilidad aunque no te voy a engañar… hay semanas en las que tengo tan pocas tareas de “detrás de las sesiones” que me siento hasta rara. En ese momento pienso en que en X meses voy a estar otra vez en movimiento y ya se me pasa.

En segundo lugar, yoga y meditación todos los días.

Sí. Todos los días.

Y esto te lo digo orgullosa porque era mi propósito para este último trimestre del año y llevo desde septiembre siendo constante.

No necesito 1 hora de cada cosa al día, normalmente hago una de las dos cada día y le dedico entre 20 y 40 minutos, por la mañana, antes de empezar a hacer cualquier cosa, y me sienta de maravilla, empiezas el día nueva.

Y en tercer lugar, comer muy rico. La comida es mi gasolina y eso lo sé. Es la base para que encontrar un  buen wifi. Lo sé además porque he vivido una experiencia de estrés absoluto en la que estuve sin comer prácticamente nada en 2 semanas y donde fui capaz de vivir en mis carnes lo que suponía no llenar tu cuerpo de nutrientes. Casi me da algo, estaba desquiciada. Por favor, no llegues ahí, ya lo he vivido y no se lo deseo a nadie.

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Ahora bien, ¿qué pasa cuando perdemos el wifi?

Porque siento decirte que a veces pasa. Te acabo de contar que a mi misma me pasó durante 2 semanas.

Cuando pierdes el wifi has de reconectar, apagar y encender para volver a conectarte a esa línea 5G que nos interesa.

Qué fácil sería si tuviéramos un ON/OFF y pudiéramos arreglarnos con un apaga y enciende ¿eh amiga?

Pues no podemos así pero para ir terminando te voy a compartir la técnica que yo utilizo para que puedas empezar a usarla tu hoy mismo.

Tu ancla, la tarea de hoy

Imagina un lugar en el que te sientas en paz, en calma y sosiego. Imagina con todo lujo de detalles esa escena en la que estás en ese sitio que te lleva a ti. En mi caso, es una playa a la que suelo ir en verano, la playa más bonita del mundo, me imagino en la arena escuchando las olas suavecito, oliendo a mar, notando el calorcito del sol y con la mente vacía. 

Me imagino esta escena que es real porque la playa provoca en mi esto, ya lo he vivido y por eso soy capaz de sentir esa sensación tal cual.

Ahora imagina una palabra que te inspire todo eso. En mi caso es precisamente la palabra CONEXIÓN. Me la imagino encima del mar, como si fuera una película.

Todo esto es mi ancla. Es el lugar al que viajo siempre que lo necesito y también cuando no lo necesito, y esto último es importante.

Si estás empezando a trabajar tu búsqueda de wifi es importante que practiques la visualización de esta escena y que sientas lo que pasa en tu cuerpo cuando lo haces muchas veces. Estás haciendo músculo y necesitas practicar para luego poder volar cuando lo necesites.

Cuando empecé a trabajar esto lo hacía cada vez que iba a hacer pis. Unía una tarea a otra porque así incorporaba la rutina. 

Luego subí un puntito de dificultad y me lo imaginaba siempre que pasaba por una zona concreta en mi camino al trabajo. 

Asociaba pasar por ese puente blanco a sentir la calma que me producía esa imagen. Esto es de alta dificultad porque primero, ese puente no me encantaba y segundo, has de visualizar y sentir con los ojos abiertos y con personas a tu alrededor (por tu bien, no cierres los ojos en medio de la calle).

Hay quien practica esto antes de irse a dormir para relajarse o incluso cuando se levanta.

Escoge tu momento, sea cual sea, pero practícalo.

Con esto ya tienes mi truco infalible para buscar ese 5G que necesita mi cuerpo y mi mente para mantenerme conectada. Ese wifi que yo quiero para mi en mi vida.

Te invito a que lo practiques y a que, si te apetece, me cuentes.

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